Una caja adicional es un dispositivo electrónico que se conecta en el compartimento del motor a los sensores electrónicos de alimentación de combustible y aire y, a veces, al sensor de velocidad del motor. Adopta la forma de una carcasa de plástico ABS o aluminio y aumenta la potencia y el par del motor enviando señales optimizadas a la ECU de gestión del motor para mejorar el rendimiento.
La caja adicional se conecta a uno, dos o tres de los sensores electrónicos del motor mediante conectores de automoción idénticos a los del vehículo. Algunas cajas adicionales se conectan directamente a los inyectores.
Cualquier manipulación de las señales electrónicas enviadas a la ECU no está exenta de riesgos si el equipo no procede de una empresa especializada en la materia. La mayoría de las cajas no entrañan riesgos para el motor porque el sensor de conexión actúa como salvaguardia ante cualquier problema electrónico en la caja. Si la ECU recibe una señal errónea de la caja o del sensor, el motor entra en modo degradado, Esto significa que la potencia se reduce en un 50% y la señal del sensor defectuoso se sustituye por un valor de consigna fijo dentro del mapa del motor. Aparece una luz de avería en el salpicadero y basta con cambiar los ajustes de la caja o retirarla para que la luz desaparezca y el motor recupere su potencia original, sin consecuencias mecánicas.
Usted mismo puede instalar una caja adicional siempre que los sensores de conexión sean accesibles sin tener que desmontar ninguna pieza mecánica del motor. En la mayoría de los casos, basta con retirar la cubierta de insonorización del motor para acceder a los sensores electrónicos.
No es necesario rodar el motor después de instalar la caja adicional, a menos que el vehículo sea nuevo, en cuyo caso deberá seguir las recomendaciones del fabricante. Sin embargo, será necesario adaptar la ECU para todos los motores equipados con turbocompresor. Esta adaptación implica un límite del 80% de presión sobre el pedal del acelerador durante 180 km.